jueves, 3 de junio de 2010

Aeropuerto de la palma.






AEROPUERTO ANTIGUO DE BUENAVISTA.






El aeropuerto viejo permanece en desuso desde hace 38 años y con terrenos en litigio,



El aeródromo de Buenavista, en Breña Alta, dejó de ser operativo en abril de 1970, cuando el accidente de un avión Fokker F-27 de Iberia aceleró su cierre. Ahora los propietarios del suelo piden en los juzgados la reversión del mismo.






Un avión Fokker F-27 de la compañía Iberia se sale de la pista por la cabecera norte del aeropuerto de La Palma y cae por un talud o pequeña ladera. Aquella noticia, el día 5 de enero de 1970, era el principio del fin del aeródromo de Buenavista, en Breña Alta, una instalación que apenas tres meses después pasaría a un olvido que ya se prolonga durante 38 años.
La instalación había cumplido con su objetivo y le llegaba la "jubilación". Fue determinante para introducir a la Isla en el mun-do de la comunicación aérea. Sin embargo, las necesidades de los aviones cada vez más modernos eran mayores y la zona de aterrizaje, que era más que suficiente en junio de 1955, cuando se inauguró, ya generaba, a finales de los 60, demasiadas dudas.








Al final, por exigencia de los propios pilotos y la aceptación de las autoridades competentes, el aeropuerto de Mazo, el actual, comenzó con las operaciones en el mes de abril, aunque, para decir toda la verdad, aún no estaban finalizadas, ni mucho menos, las obras de construcción ni tampoco el asfaltado de las vías de acceso. El citado accidente en Buenavista terminó por acelerarlo todo.
Tras su cierre definitivo, el ae-ropuerto viejo, pues es así como se le conoce en La Palma, ha sido utilizado para diferentes menesteres que, en realidad, son totalmente distintos para los que fue confeccionado. La pista la divide, casi por el centro, la carretera que conecta el Valle de Aridane con la comarca Este, además de otros ramales viales para zonas cercanas, mientras que el resto del trazado ha servido tanto para el aprendizaje y exámenes prácticos del carnet de conducir como, también, para el depósito de residuos, sobre todo material pesado. Sí, son muchos años de ostracismo. De vivir lejos, muy lejos, del protagonismo que tuviera antaño.


Reversión del suelo. Con el transcurrir de los años, Defensa reconoció que había desaparecido la afectación de los terrenos al fin público al que estaban destinados, por lo que sus originarios dueños, aquellos que fueron expropiados, tenían el derecho de recuperar su suelo. En 1998, concretamente el 24 de marzo, el Boletín Oficial de Canarias publicó la decisión del ministro del ramo, tomada cinco años antes, en 1993, por la que desafectaba las parcelas.
En el citado anuncio se informaba acerca de las 17 personas o herederos que tenían derecho a la recuperación de sus fincas. Todos fueron al ayuntamiento y solicitaron la reversión.
Más metros que suelo. Todo parecía, por aquel entonces, en vías de solución.


Los propietarios recuperarían el suelo y el aeropuerto de Buenavista tendría un uso privado para la edificación o la instalación de empresas. Pero llegaron los problemas. La mayoría aceptó los terrenos ofrecidos por el Gobierno, pero otros, media docena, mostraron su disconformidad y optaron por acudir al contencioso administrativo. Pleitos aquellos que aún están abiertos, en manos de la justicia.







El principal escollo está en que en el parcelario oficial del Ministerio aparecen cantidades desorbitadas de metros cuadrados. Tantos que físicamente, en la realidad, no caben en el aeropuerto y que, incluso, afectan a más de la mitad del cementerio municipal. ¿Qué ocurrió? Se desconoce, aunque una posibilidad es que se empleara un sistema de compra para aquellos que vendieron en el que se estableció que en lugar de pagar con dinero se abonaba con metros. Es decir, se pagaba poco dinero pero se ponía más terreno para que la "cuenta final" fuera aceptada por la mayoría de afectados.
El Ayuntamiento de Breña Alta intentó mediar ante Defensa y gracias al laborioso trabajo del gabinete técnico municipal elaboró un parcelario nuevo, ajustado a una cartografía real, pero el Estado nunca admitió la propuesta breñusca, por lo que habrá que esperar las sentencias, siempre que sean viables, para conocer qué ocurre con 131.727 metros cuadrados de suelo en una zona privilegiada de La Palma.
Tres viviendas en la terminal. La antigua terminal del aeropuerto es en la actualidad, para rizar el rizo, el espacio de tres confortables vi-viendas en las que residen trabajadores o familiares de personal del aeropuerto que, por diferentes circunstancias, lograron en su día el permiso del Ministerio de Defensa para alojarse en tales dependencias. Fuentes consultadas por EL DÍA aseguraron que esta situación complica aún más la reversión del suelo, ya que son personas con derechos adquiridos sobre la edificación que ahora ocupan. Al final es la historia, casi sobrevolada, de un antiguo aeropuerto que seguramente, quizás, añora aquellos tiempos en los que albergó el DC-3 de Iberia o el Junkers Ju-52 del Ejército del Aire. Tiempos que no volverán.



AEROPUERTO ACTUAL DE MAZO.



El aeropuerto de La Palma cumple cuarenta años y lo hace mirando al futuro en plena remodelación. Mirar atrás en el tiempo supone rescatar multitud de anécdotas que dieron comienzo en 1.955, también año de Bajada de la Virgen, cuando entró en funcionamiento el aeropuerto de Buenavista, en Breña Alta.Cinco años antes, en 1.950, el entonces alcalde de la Villa de Mazo, Toribio Brito de Paz, había ofrecido los terrenos en el municipio para la construcción del aeropuerto. Una oferta que fue rechazada en un principio para convertirse en realidad veinte años después.Según cuenta el historiador palmero Juan Carlos Díaz Lorenzo, “se cumplen cuarenta años del aeropuerto actual pero, si sumamos el aeropuerto de Buenavista, tenemos que remontarnos al mes de junio de mil novecientos cincuenta y cinco”. Entonces, “un aeropuerto de circunstancias que, en muy poco tiempo, evidenció que la decisión adoptada no había sido la adecuada”.


La pista, de tierra, se encharcaba con las lluvias haciendo impracticable aterrizajes y despegues.Esta situación provocó el cierre del aeropuerto y la incomunicación aérea de la Isla desde finales de 1.955 hasta 1.958 para poder hacer frente a las obras de asfaltado de la pista. Mientras tanto, el aeropuerto de Buenavista continuaba operando con un vuelo que llegaba a La Palma tres veces por semana “con un DC-3 de veinticuatro asientos que no siempre podía aterrizar” por las condiciones meteorológicas.Incluso este aeropuerto registró un incidente el 5 de enero de 1.970, cuando un Fóker 27 de la compañía Iberia “saltó y le faltó pista para aterrizar”. Afortunadamente, sólo se registraron heridos leves pero este hecho aceleró la puesta en marcha del nuevo aeropuerto.


En 1.961 el aeropuerto de Buenavista registraba cuatro mil pasajeros anuales, una cifra más que considerable para la época.

Fue el 15 de abril de 1.970 cuando se inauguró el actual aeropuerto. Aquel primer vuelo fue protagonizado por “un Foker F27 de Iberia con cuarenta y cuatro asientos que hizo el vuelo desde Tenerife Norte hasta el aeropuerto de Buenavista” tal y como estaba programado. Esa misma tarde, el mismo avión, realizaba el vuelo inaugural al nuevo aeropuerto de Mazo.Fue todo un espaldarazo para las comunicaciones de La Palma. De los cuatro mil pasajeros en 1.961 se pasó a cien mil en 1.970. Y poco después, en octubre de 1.971, entraba en erupción el volcán Teneguía que supuso, además, una atracción. La ya desaparecida compañía Spantax, programaba vuelos chárter a la Isla con el atractivo de sobrevolar el volcán para ofrecer una panorámica espectacular a los pasajeros.En más de una ocasión se ha hecho referencia a las especiales dificultades que ofrece este aeropuerto en las maniobras de aterrizaje. El propio Juan Carlos Díaz Lorenzo reconoce que “tiene su miga” pero reconoce “la elevadísima profesionalidad de los pilotos que conocen este aeropuerto y que ofrecen total garantía y la de los que no conocen el aeropuerto pero que siguiendo las cartas de aeronavegabilidad toman tierra con total seguridad” y apunta que el aeropuerto de La Palma “es un aeropuerto blanco, como se dice en el argot aeronáutico, en el sentido de que nunca ha tenido accidentes”.

Hoy son más de un millón de pasajeros los que pasan por el aeropuerto de La Palma cada año. Una cifra que se espera duplicar una vez concluyan las obras que se están llevando a cabo y que supondrán una ampliación de la pista y una nueva terminal con capacidad para dos millones de viajeros anuales.

Islas Galápagos*



Las Islas Galápagos (también Islas de los Galápagos y oficialmente Archipiélago de Colón) constituyen un archipiélago del océano Pacífico ubicado a 972 km de la costa de Ecuador. Está conformado por 13 grandes islas volcánicas, 6 islas más pequeñas y 107 rocas e islotes, las cuales se distribuyen alrededor de la línea del ecuador terrestre.
Políticamente, las islas constituyen una provincia de Ecuador, cuya capital es Puerto Baquerizo Moreno. en la terminología oficial, también se le denomina Región Insular del Ecuador.
El 12 de febrero de 1832, bajo la presidencia de Juan José Flores, las Galápagos fueron anexadas a Ecuador. Desde el 18 de febrero de 1973 constituyen una provincia de este país.
Se estima que la formación de la primera isla tuvo lugar hace más de 5 millones de años, como resultado de la actividad tectónica. Las islas más recientes, llamadas Isabela y Fernandina, están todavía en proceso de formación, habiéndose registrado la erupción volcánica más reciente en 2009.
Las islas Galápagos son famosas por sus numerosas especies endémicas y por los estudios de Charles Darwin que le llevaron a establecer su Teoría de la Evolución por la selección natural. Turísticamente reciben la apelación de "Islas encantadas".
Son llamadas las "Islas Encantadas" ya que la flora y fauna encontrada allí es prácticamente única y no se la puede encontrar en ninguna otra parte del mundo. Es por eso que mucha gente las visita y disfruta al conocer a los animales y a las plantas únicas.










Historia




Se estima que las islas se formaron hace 350 millones de años como resultado de actividad meteórica en el fondo marino.
El archipiélago estuvo probablemente habitado mucho tiempo atrás: El explorador Thor Heyerdahl en 1963 reportó haber encontrado restos arqueológicos de los incas y algunos objetos considerados
Las islas Galápagos fueron descubiertas por azar el 10 de marzo de 1535, cuando el religioso dominico Fray Tomás de Berlanga, entonces obispo de Panamá, se dirigía al Perú en cumplimiento de un encargo del monarca español, Carlos V, para arbitrar en una disputa entre Francisco Pizarro y sus subordinados luego de la conquista del imperio Inca. A causa de una calma chicha y las fuertes corrientes marinas, la nave del obispo fue arrastrada hasta las Galápagos. En la crónica de su aventura, dirigida desde Portoviejo al emperador Carlos V acerca del descubrimiento de las Islas Galápagos, Berlanga describía las inhóspitas condiciones prevalecientes en las desérticas islas, así como las gigantescas tortugas que las habitaban. También describió las iguanas marinas, los lobos marinos y muchos tipos de aves, recalcando la inusual mansedumbre de los animales y que expresaba en las siguientes palabras:
Traxo el navío muy buen tiempo de brisas siete días, que haziase el piloto cerca de la tierra e diones calma seis días; eran tan grandes las corrientes, que nos engolfaron de tal manera, que miércoles en diez de marzo, vimos una isla; e porque el navío no había más agua que para dos días, acordaron de echar la barca e salir a tierra por agua e yerba para los caballos. … E salidos no hallaron sino lobos marinos, e tortugas e galápagos tan grandes que llevaban uno un hombre encima, e muchas higuanas que son como sierpes. Otro día vomos otra isla mayor ques aquella e de grandes sierra, e creyendo que allí por su grandeza como por su monstruosidad que no podía dejar de tener ríos e frutas, fuiemos a ella, porque la primera baxaria diez o doce leguas, e en esto bebiose el agua quen navío abia e estuvimos tres días en tomar la isla, con calmas, en los quales allí los ombres como los caballos padecimos muchos trabajos.
Los primeros mapas en incluir las islas fueron los preparados por Abraham Ortelius y Mercator alrededor de 1570. Las islas estaban descritas como "Insulae de los Galopegos" (Islas de las Tortugas).
Las Galápagos fueron utilizadas por piratas ingleses como escondite en sus viajes de pillaje a los galeones españoles que llevaban oro y plata de América hacia España. El primer pirata que se conoce visitó las islas fue Richard Hawkins, en 1593. Desde entonces hasta 1816 muchos piratas llegaron al archipiélago.
Alexander Selkirk, el hombre cuyas aventuras en las islas de Juan Fernández inspiraron a Daniel Defoe para escribir Robinson Crusoe, visitó las Galápagos en 1708 luego de que fuera rescatado de la isla Juan Fernández por el corsario Woodes Rogers. Rogers fue al archipiélago para reparar sus naves luego de saquear Guayaquil.
La primera misión científica que visitó las Galápagos fue la expedición Malaspina, una expedición española dirigida por Alejandro Malaspina, que llegó en 1790. Sin embargo, los registros de la expedición nunca llegaron a ser publicados. En 1793, James Collnet describió la flora y fauna de las islas y sugirió que podían ser utilizadas como base para los balleneros que operaban en el océano Pacífico. Collnet también dibujó las primeras cartas de navegación de las Galápagos. Los balleneros capturaron y sacrificaron miles de tortugas del archipiélago para extraer su aceite. Las tortugas podían sobrevivir por meses sin alimento ni bebida, por lo que se las transportaba en los barcos a manera de alacenas vivientes que al ser sacrificadas proveían proteína fresca a los marinos. La cacería de estas tortugas fue la causa de la gran disminución, y en algunos casos hasta la destrucción de ciertas razas de este quelonio. Junto con los balleneros, llegaron los cazadores de focas peleteras, lo cual llevó a las tortugas a un punto cercano a su extinción.
Ecuador anexó las islas Galápagos el 12 de febrero de 1832 bajo el gobierno del General Juan José Flores, bautizándolas como Archipiélago de Colón. Este nombre se sumó a varios otros que se habían venido utilizando, y que en algunos casos aún se usan para referirse al archipiélago. El primer gobernador de las Galápagos, el general José de Villamil, trajo al archipiélago a un grupo de convictos para poblar la isla Floreana (bautizada así en honor al presidente Flores quien ocupó las islas) y en octubre de 1832 algunos artesanos y granjeros se les unieron.













El viaje del Beagle trajo al barco de investigación británico bajo el mando del capitán Robert FitzRoy a Galápagos el 15 de septiembre de 1835 para investigar los accesos a los puertos. El capitán y otros a bordo, incluyendo el joven naturalista Charles Darwin, realizaron un estudio científico de la geología y biología en cuatro de las islas antes de continuar su expedición alrededor del mundo el 20 de octubre. El gobernador de la colonia de presos en Floreana (¿José de Villamil?) dijo a Darwin que la caparazón de las tortugas difería dependiendo de su isla de origen. Igualmente, luego de su retorno a Inglaterra, Darwin se dio cuenta que los especímenes de aves que había capturado en las Galápagos no eran sino variedades de pinzones, que también diferían de isla a isla. Estos datos fueron cruciales en el desarrollo de la teoría de la evolución]] que Darwin presentó en su El Origen de las Especies.
José Valdizán y Manuel Julián Cobos hicieron otro intento de colonización, dedicándose a la explotación de un tipo de liquen que se recolectaba en las islas (Roccella portentosa) y que se usaba como colorante. Luego del asesinato de Valdizán por parte de sus trabajadores, Cobos llevó del continente un grupo de más de cien trabajadores a la isla San Cristóbal para desarrollar una plantación de caña de azúcar. Dirigió su plantación con mano de hierro lo cual llevó a su asesinato en 1904. Desde 1897 Antonio Gil inició otra plantación en la isla Isabela.
Durante todo un año, a partir de septiembre de 1904, una expedición de la Academia de Ciencias de California, al mando de Rollo Beck, estuvo en las islas recopilando material científico en áreas de geología, entomología, ornitología, botánica, zoología y herpetología. Otra expedición de la misma Academia se llevó a cabo en 1932 (Expedición Templeton Crocker) para coleccionar insectos, peces, conchas, fósiles, aves y plantas.Durante la Segunda Guerra Mundial Ecuador autorizó a Estados Unidos el establecimiento de una base naval en la isla Baltra y estaciones de radar en otras ubicaciones estratégicas con el fin de monitorear el Canal de Panamá. En 1946 se estableció en Isabela una colonia penal, que fue desmantelada en 1959.
La Unesco declaró a las Islas Galápagos como Patrimonio Natural de la Humanidad en 1979 y, seis años más tarde, como Reserva de la Biosfera (1985), lo cual ha resultado en un creciente interés a nivel internacional por este archipiélago.
En el 2007 la Unesco declaró a las Islas Galápagos como Patrimonio de la Humanidad en riesgo medioambiental y está incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro.


Geografía


El archipiélago se conoce por una variedad de nombres, en Ecuador comúnmente se conocen por sus nombres en español, que además son los oficiales, usando los antiguos nombres en inglés solo con fines históricos. El nombre oficial de las islas es Archipiélago de Colón, mientras que administrativamente se conoce al territorio como "Provincia de Galápagos", pero la denominación más conocida y común es Islas Galápagos. La primera carta de navegación de las islas, aunque rústica, fue realizada por el bucanero Ambrose Cowley en 1684, y en dicha carta bautizó las islas con los nombres de algunos de sus amigos piratas y de algunos nobles ingleses que apoyaban la causa de los piratas.