El 18 de marzo de 1967 el superpetrolero liberiano Torrey Canyon, de 120.000 t.p.m. embarrancó en el arrecife de Seven Stones (archipiélago de las Scilly), situado al suroeste de las islas de Cornwall, en Inglaterra, cuando se dirigía al puerto inglés de Milford Haven.
El violento impacto rasgó y abrió seis de sus tanques, dejando al resto maltrecho. Se derramaron 120.000 toneladas de crudo al medio marino, provocando una gran marea negra que llegó al litoral de Cornwall, la isla de Guernsey y las costas de Francia.
La mancha de hidrocarburo alcanzo unas dimensiones de 70 km de largo por 40 km de ancho y provocó la muerte de más de 20.000 aves.
La tragedia aumentó debido a los métodos utilizados en las tareas de limpieza. El desconocimiento y la falta de experiencia hicieron que se utilizaran demasiadas cantidades de detergentes en las operaciones de limpieza, que afectaron al medio ambiente marino y a sus poblaciones.
Después de ser conscientes de las dimensiones que estaba tomando el vertido, las autoridades competentes decidieron bombardear la mancha de petróleo para que éste se quemase. La marina británica arrojó gasolina sobre el petrolero y después fue bombardeado.
Esta fue la primera de las grandes catástrofes conocidas por la población. Causó un gran eco en la sociedad y propició la formación de un Comité Jurídico especial dentro de la OMI (Organización Marítima Internacional). Además provocó que se firmaran los convenios:
Acuerdo sobre intervención en alta mar firmado en Bruselas en noviembre de 1969. Este convenio concede el derecho a intervenir un barco extranjero cuando existe la posibilidad de contaminación de las costas inglesas.
Acuerdo sobre responsabilidad civil de los daños debidos a la contaminación por hidrocarburos.
Creación en 1971 de un fondo internacional de indemnización para estos casos.
1969
Pozo offshore
Un pozo offshore, que trabajaba frente a las playas de la costa californiana, derramó una considerable cantidad de crudo contaminando una amplia zona del canal de Sta Bárbara.
El 5 de mayo, embarrancó y se incendió próximo a las islas Cíes (España) el "Polycommander", de 50.380 tn., 230m. de eslora, 95,5 de manga y 12 de calado. Este petrolero portaba un cargamento de 49.414 tn. de petróleo de la variedad "Light Arabian".
En la maniobra de salidade la Ría de Vigo los bajos de la zona de Monteagudo le causan al Polycommander un gran boquete a babor, incendiándose y vertiendo parte de su carga, unas 13.000 tn. según unas fuentes aunque hay informes que hablan de 400.000 barriles de crudo.
El vertido afectó principalmente a las localidades de Baiona y Panxón, aunque durante los días siguientes tras el accidente se trasvasa el crudo que quedó en las bodegas. .
*Metula.
El 9 de agosto de 1974 el Metula que se dirigía a la Bahía Quinteros en Chile, entró en el estrecho de Magallanes para evitar el temporal de Cabo de Hornos. En este tramo del viaje existían dificultades que requerían una mayor precaución.
La primera maniobra debía realizarse tres hora antes de la pleamar para que el barco tuviera la corriente en contra. Una equivocación en las cartas que poseía el capitán, las cuales diferían de las cartas que tenían los prácticos, provocó que el Metula se encontrase con un banco de arena antes de lo previsto. A pesar de las maniobras que intentó realizar el capitán no se pudo evitar que este gran buque quedase encallado.
Este petrolero perteneciente a la empresa CuraÇaosche Sheepvaart Maats y que cumplía contrato con ENAP (Empresa Nacional de Petróleo) de Chile, transportaba una carga de 193.472 toneldas de petróleo. Se derramaron alrededor de 53.000 toneladas de crudo, los cuales llegaron rápidamente a las costas chilenas por los vientos y las corrientes del Estrecho de Magallanes.
En este caso se optó por aligerar la carga del Metula, de estas operaciones se encargó el barco argentino Harvella, el cual podía recuperar alrededor de 13.000 toneladas en cada viaje. Las condiciones climáticas adversas impidieron que se recuperase el crudo más rápidamente.
El 25 de septiembre gracias a las tareas de tres remolcadores, se consiguió fondear al Metula y llevarlo al puerto de Rio de Janeiro, donde fue desguazado.
*Jakob Maersk.
El 29 de enero, el petrolero danés "Jakob Maersk" a la entrada del puerto de Leixoes (Portugal) golpea con un bajo de arena provocando en cuestión de segundos una gran explosión en la sala de máquinas. El buque, cargado con crudo iraní, se incendia y arde durante varios días. Los dos primeros días las llamas llegan a alcanzar 100 m de altura impidiendo cualquier tipo de actuación sobre él.
El petrolero se parte en tres, hundiéndose dos partes aunque la proa sigue flotando alcanzando la costa y derramando el crudo en la misma. De las 88.000 toneladas que transportaba, aproximadamente la mitad ardieron, un 30% se dispersaron en el mar y el resto alcanzó la costa.
El 12 de mayo de 1976 el buque petrolero Urquiola procedente del Golfo Pérsico, quedó embarrancado en A Coruña. Una mala señalización de una aguja rocosa hizo que este gran buque que llevaba su carga a la empresa Petrolíber, sufriera el accidente.
El Urquiola no sufrió muchos daños en este primer momento y pidió ser llevado a puerto.
Los organismos competentes tomaron la decisión de que el petrolero abandonase el canal y se alejase 200 millas de las costas españolas. En estas maniobras el Urquiola sufrió más daños y un incendió que provocó una gran humareda negra. El capitán del barco murió en este incendio al permanecer en el barco en el último momento. En esta catástrofe se derramaron 100.000 toneladas que llegaron hasta las rías de Betanzos, El Ferrol y Ares.
Las tareas de limpieza en este desastres consistieron en instalar un dique que frenara el avance del petróleo a la vez que pequeños equipos de trabajo intentaban recoger el crudo. También se utilizaron detergentes para disolver el petróleo.
*Jessica.
El 16 de enero del 2001, buque Jessica encalló cerca de las Islas Galápagos, concretamente en la Bahía de los Náufragos de la isla de San Cristóbal. Se derramaron 900.000 litros de búnker y diesel.
Este accidente se debió a una serie de negligencias y fallos humanos. El capitán dio la orden de fondear cerca de las rocas volcánicas (aumentando el peligro de quedar encallado y sufrir un accidente).
También se discute sobre la irresponsabilidad de la Armada ecuatoriana por otorgar el permiso de navegación al Jessica.
Otro dato curioso es que el Jessica no poseía seguro de responsabilidad civil porque las autoridades ecuatorianas sólo exigen tener este tipo de seguro a los barcos que transportan más de 2.000 toneladas de combustible. Pero lo que este buque sí tenía que cumplir es la normativa internacional sobre seguridad, la cual dice que este tipo de barcos debe tener doble casco, algo que el Jessica no tenía porque era mono-casco.
El gobierno del Ecuador declaró el estado de emergencia en las islas Galápagos al ver que el vertido amenazaba con llegar a la costa de este archipiélago, considerado como uno de los sitios de mayor interés desde el punto de vista medio ambiental por la singularidad de sus especies y la fragilidad del ecosistema.
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