viernes, 19 de marzo de 2010

LA ACUICULTURA EN LA PALMA

La acuicultura en La Palma, con base en el Puerto de Tazacorte, ha pasado, en sólo tres años, de ser una alternativa complementaria a la pesca tradicional, que soporta una crisis importante desde hace tiempo, a convertirse en una apuesta consolidada de futuro, con una comercialización garantizada y una rentabilidad a medio plazo asegurada, a lo que se une su aportación social como fuente de empleo novedosa para la Isla.
La actividad acuícola no podrá sustituir a la pesca profesional, pero el valor económico de esta pequeña industria que crece a pasos agigantados en el Valle ya sobrepasa con creces al que el mar aportaba hasta ahora. Tan sólo Acuibag, la empresa pionera en la Isla, está produciendo mucho más que todo el ámbito pesquero insular, con 125 toneladas al año.
Pero la producción prevista no se queda ahí. En el día de ayer una nueva empresa llamada Acuipalma iniciaba su producción al recibir sus primeros peces (alevines), un total de 250.000 que fueron colocados en una de las 12 jaulas con las que contará, las cuales le permitirán una producción de 1.000 toneladas al año. El responsable de la empresa, Jorge Medina, se mostraba esperanzado por el inicio de la actividad, "después de un largo trámite burocrático y una considerable inversión". Acuipalma dará trabajo a unas 20 personas para el cuidado de las jaulas y propiciará un aumento de la plantilla existente en el empaquetado situado en las instalaciones frigoríficas de El Puerto, en donde se procesa el pescado para su posterior comercialización.
Por el momento, existen proyectos en tres entidades para la instalación de 38 jaulas en total entre la zona costera de Tazacorte y Tijarafe. Entre ellos se encuentra la entidad Acuihope, pendiente de cerrar el proceso administrativo, que dispondrá de 12 jaulas y 450 toneladas de producción. A esta se une otra iniciativa desde la propia cofradía de pescadores Nuestra Señora de El Carmen.

La industria acuícola de Tazacorte se inició hace tres años con la instalación de la primera de las empresas dedicadas a la explotación de esta actividad, Acuibag, con cuatro jaulas iniciales y 125 toneladas anuales, después del desarrollo de una primera escuela taller que abanderó el biólogo Iñigo La Varga. Esta entidad ha conseguido consolidarse y está en proceso de ampliación tramitando los permisos para contar con 14 jaulas y 1.000 toneladas de producción por año.
La clave
Ser rentable y generar empleo
La repercusión económica que tendrán estas empresas en la Isla será considerable, teniendo en cuenta que la inversión que se realiza, por el momento, procede de empresarios palmeros. Para montar una entidad de este calibre, se necesitaría una inversión aproximada de unos 2 millones de euros, según han manifestado los propios empresarios. Estas entidades soportan cada seis meses un control de calidad estricto sobre las instalaciones y los procesos de producción de peces, lo que les permite mantener un constante mecanismo de renovación. El gerente de Acuibag, Roberto García, tiene claro que "el futuro que se augura para este subsector es alentador, siendo la Isla en la que se pretende llevar a cabo la mayor producción de doradas y lubinas de Canarias, dadas las condiciones existentes para su desarrollo, con posibilidades de acercarse a las 7.000/8.000 toneladas por año en poco tiempo". Para comercializar la producción, se creó en Canarias la sociedad DYLCAN, con filosofía de cooperativa de empresas acuícolas. Con ella se mejora la distribución del producto y el acceso a los mercados internacionales, por lo que el aumento del número de empresas se considera positivo. El 80% de lo producido se destina al mercado peninsular, el resto a países como Estados Unidos, Canadá, Francia o Rusia. Desde el punto de vista laboral, la creación de empleo es otro factor a considerar, pues tan sólo Acuibag da trabajo a 18 personas inicialmente, aunque hasta que la producción se consolide los empleos son más bien de carácter temporal.

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